¿Llegas a casa estresada, cansada del trabajo y con mucho calor? ¿te desvistes y lo único que quieres es entrar a la ducha? Aquí te presentamos ocho maravillosos y placenteros pasos para que hagas de tus duchas una experiencia refrescante, excitante y maravillosa.
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Regalarás intimidad total
Porque la ducha es uno de los espacios más privados que existen. Fundir tu intimidad con la suya hará que ambos se sientan más cercanos y unidos, convirtiéndolos en uno, tanto de forma física como emocional. Lo demás no existirá; en ese pequeño espacio, sólo habrá sitio para sus cuerpos y respiraciones.
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Mejorarás la comunicación
Porque el hecho de estar aislados en un espacio tan pequeño hará que, de forma espontánea, entablen una conversación privada, cercana, estrecha y única.
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Reforzarás la confianza
Porque estar el uno frente al otro, desnudos y expuestos a la potencialmente poca favorecedora luz del baño hará que se despejen de los complejos y acepten sus cuerpos tal y como son, con sus enormes virtudes y sus mínimos defectos.
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Encontrarás un antídoto contra la rutina
Porque cambiar de contexto siempre es positivo, y trasladar el sexo a un nuevo entorno supondrá para los dos un aporte extra de excitación que los conducirá a nuevas experiencias y a nuevos juegos y posturas tan placenteras como morbosas.
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Despertarás el romanticismo
Porque el agua corriendo por sus cuerpos, aderezada por los olores de los jabones y, quizá, la música, las velas y otros complementos, los llevarán a probar juntos nuevos juegos que, tal vez, ya habías olvidado en los encuentros habituales.
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Despertarás el sentido del humor
Porque el juego íntimo no sólo traerá una mayor intensidad en el placer sexual, sino que además será una fuente de anécdotas y momentos divertidos que redondearán la experiencia.
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Acabarás con el estrés
Porque a nadie se le escapa que la ducha en un día de calor y, por supuesto, el sexo, son dos actividades que reducen con facilidad la tensión y la ansiedad. Vivirán juntos el momento, el presente y, por un espacio de tiempo, tan sólo existirán los dos.
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Ahorrarás el agua
Porque, aunque será en lo que menos estés pensando, también supondrá un punto a favor para la ducha compartida.
Después de conocerlos, ¿te faltan argumentos para probarlo?
Con información de Cosmopolitan
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