La Corte Suprema de Estados Unidos, con una sentencia reconoce que casi la mitad del territorio de Oklahoma pertenece a las tribus indígenas que allí se instalaron cuando se vieron forzadas a abandonar sus tierras para hacer sitio a los colonos blancos.
A pesar de las indignidades sufridas y la creación del estado en 1907, los jueces reconocen que la reserva nunca dejó de existir; y hoy es quien tiene jurisdicción sobre el territorio.
“Al final del Sendero de Lágrimas había una promesa. Forzados a dejar sus tierras ancestrales en Georgia y Alabama, la nación creek recibió garantías de que tendrían por siempre aseguradas sus nuevas tierras al oeste”; recuerda en la sentencia el juez Neil Gorsuch en alusión a los tratados firmados en 1832 y 1833 por el gobierno de EE.UU. con esta tribu; para conseguir que les cedieran sus terrenos al este del río Misisipi.
«Hoy se nos pregunta si la tierra prometida sigue siendo una reserva india a efectos de la ley penal federal. Dado que el Congreso no ha dicho lo contrario; la palabra del Gobierno se mantiene”, agregó.
Asimismo, si se reconoce la validez de tratados similares firmados en el siglo XIX con las tribus cherokee, chickasaw, choctaw y seminolas; casi la mitad del territorio de Oklahoma pasará a ser clasificado como reserva india.
Origen de la sentencia aprobada
La sentencia fue aprobada por cinco votos a favor y cuatro en contra.
Entre quienes se opusieron está el presidente, el juez John Roberts. En un informe aparte recordó que “las cinco tribus, cuyos miembros tenían colectivamente al menos 8.000 esclavos, firmaron tratados de alianza con la confederación” durante la guerra de Secesión; y “aportaron fuerzas para combatir del lado de las tropas rebeldes”.
Al conceder la ciudadanía a los miembros de las tribus y darles voto en la formación del estado; “el Congreso los incorporó en una nueva comunidad política”.
Mientras la juez progresista Sonia Sotomayor destacó el trato vejatorio sufrido por las tribus y el destierro del Sendero de Lágrimas; el conservador Brett Kavanaugh argumentó que si Washington incentivó la llegada de blancos al territorio fue en respuesta al apoyo de las tribus a los confederados.
Fue el comienzo de los intentos de “asimilación” de la población nativa. En lugar de permitir que los indios gobernaran sobre una población blanca o expulsarlos; el Congreso optó por crear un nuevo estado en 1907, resaltó Kavanaugh.
Es importante resaltar, que el origen de la sentencia del Supremo no está en ninguna demanda de los pueblos nativos, sino en el recurso de un vecino de Oklahoma, quien fue condenado por abuso de menores y cuestionó que las autoridades estatales tuvieran potestad para procesarlo.
El hombre, Jimcy McGirt, de la tribu seminola, alegó que debía ser juzgado en un tribunal federal. Ha habido más casos de este tipo pero este llegó al Supremo.
La sentencia implica que solo las autoridades federales pueden presentar cargos contra nativos americanos que cometan crímenes graves en ese territorio; donde viven 1,8 millones de personas (15% de ellos son nativos americanos).
El fallo abre la puerta a que se recurran una cantidad indefinida de sentencias penales dictadas por los tribunales estatales y probablemente a cambios fiscales ya que los estados no tienen derecho a imponer tributos en reservas indias.
El estado de Oklahoma, la tribu creek y las otras cuatro naciones afectadas se han comprometido a trabajar juntos para aplicar la sentencia y velar por la seguridad pública, la economía y los derechos de propiedad privada.
“Con el paso del tiempo, Oklahoma y sus tribus ha demostrado que pueden funcionar con éxito como socios”, escribe en la sentencia, optimista hacia el futuro, Gorsuch.
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