A la hora de colocar, mantener o reparar tu papel pintado decorativo y poder disfrutar lo mayormente posible de él, te ofrecemos algunos trucos que te resulten útiles y de gran ayuda a la hora de ejecutar esta acción.
En esta oportunidad vamos a compartir una serie de trucos maestros para instales el papel pintado de forma adecuada, mantenerlo para que no sufra con el pasar del tiempo, o reparar cualquier desperfecto que aparezca. Asimismo, te invitamos que visites https://www.photowall.es/papel-pintado/naturaleza para conocer más detalles con respecto a este tema.
Cómo colocar correctamente el papel pintado decorativo
El resultado final dependerá de cómo instales el papel decorativo en las paredes, marcando la diferencia o de manera contraria, obteniendo resultados alejados a lo que esperabas. Es por esto que debes tener en cuenta algunos datos que te presentamos a continuación:
¿La pared es Lisa o tiene gotelé?
- Lo primero es fijarte si tu pared es lisa o tiene gotelé, ya que tendrás que proceder de una forma distinta en cada caso.
- Si la pared es lisa, será más sencillo instalar el papel pintado y hallar un acabado perfecto. Todavía así, tienes que asegurarte de que la pared está en buen estado, o de lo contrario, reparar cualquier irregularidad.
- Si en cambio la pared tiene gotelé, deberás retirarlo previamente. Aquí tienes un post en el que te mostramos qué hacer si tu pared tiene gotelé.
Mantén un cálculo de los rollos a utilizar
- Para poder tener un cálculo de los rollos que vas a necesitar, primero tendrás que conocer las dimensiones de la estancia que quieres empapelar.
- Asegúrate de utilizar el número de rollos necesarios.
Prepara el pegamento
- Para preparar el pegamento en polvo recomendamos dejarlo reposar entre una y dos horas, para posteriormente agitarla enérgicamente y conseguir una mezcla homogénea.
- Si se formaron grumos al preparar el pegamento, puedes mezclarla usando una batidora doméstica. No te preocupes por la limpieza, ya que la podrás lavar cómodamente con agua y lavavajillas, dejándola como nueva.
- Si no llegas a usar el pegamento en su totalidad y deseas guardarlo, envuelve el recipiente en una bolsa de plástico.
- Para papeles vinílicos de alto gramaje, es importante reforzar la cola en polvo con un 20% de cola vinílica preparada, ya que son los más pesados.
- En caso de papeles pintados de fibras naturales como rafia o sisal, utiliza cola celulósica o normal en polvo en sustitución de la vinílica.
- Si el pegamento se desbordase por las juntas del papel decorativo, límpiala varias veces sin frotar. Usa un trapo húmedo, enjuagándolo luego de cada uso y repite. De esta manera, evitarás que cuando se seque, deje brillos en las juntas del papel pintado.
Presta atención a las juntas
- En caso de que el papel pintado tenga un fondo oscuro, es recomendable pintar la pared de ese mismo color o de alguno similar antes de empapelarla. De este modo si se abren las juntas, conseguiremos disimularlas.
- Aunque no tenga que ver con las juntas de papel, aprovechamos para recomendarte que, si el papel pintado tiene fondo blanco o es de color claro, y las paredes no son blancas o están pintadas de diferentes colores, las unifiques pintándolas con una mano de pintura plástica blanca antes de empapelar, pues evitarás que se transparente y el acabado será perfecto.
- Otra opción para disimular las juntas abiertas y evitar que se vea el color de la pared o el soporte del papel, es pintarlas del mismo color que el papel de pared, utilizando para ello un pincel muy fino.
- Para evitar que las juntas del papel se abran, es importante evitar las corrientes de aire a la hora del secado. Esto es especialmente importante con papeles de soporte papel. Por eso cierra las ventanas para que se seque de forma uniforme.
Mantén tu papel en perfecto estado lo más que puedas
Si quieres mantener el papel pintado de tu pared en perfecto estado y conseguir que el paso del tiempo no sea un problema, será fundamental que lo limpies periódicamente y de manera correcta, teniendo siempre una serie de puntos en cuenta.
Limpia el papel y mantenlo brillante como desde el principio
- No frotes el papel decorativo hasta que no hayan pasado entre dos y tres días desde su instalación. De lo contrario, es posible que no esté seco por completo, y al frotarlo podría estropearse.
- Si el papel está húmedo, las tintas acrílicas se remueven y no son tan lavables.
- Los papeles vinílicos son los más fáciles de limpiar, siendo resistentes al agua y al frote.
- Antes de limpiar el papel, pasa papel de cocina para así reducir la humedad de la mancha.
- Los paños de microfibra son la mejor opción para limpiar el papel, ya que están diseñados específicamente para absorber la suciedad.
- No utilizar en ningún caso productos de limpieza con disolventes.
Extermina las burbujas
- Si aparecen burbujas al instalar el papel, que no cunda el pánico. Es algo normal, y suelen desaparecer automáticamente a los días siguientes, una vez la pared ha absorbido la cola.
- En caso de que las burbujas no desaparezcan, puede deberse a dos motivos:
- Exceso de pegamento: en este caso, tienes que pinchar la burbuja con una aguja y extraer todo el pegamento de su interior. Luego es importante limpiar el pegamento que se utilizó con un trapo húmedo.
- Falta de pegamento o paredes excesivamente porosas: aquí suele ocurrir que las burbujas están huecas, teniendo que llenar una jeringuilla con pegamento y posteriormente rellenar la burbuja vacía, haciendo presión sobre ella para que se pegue en la pared.
Reparar papel roto, sucio o en mal estado
- Si sufres algún desperfecto en papeles de soporte tejido no tejido, lo más recomendable es sustituir la tira de papel completa.
- Quitar este tipo de papel es fácil, pudiendo arrancarlo en seco sin dejar ningún resto de cola o soporte de papel en la pared.
- Posteriormente empapela de nuevo la pared con papel que tengas guardado de aquellos rollos que sobraron cuando empapelaste esta pared. Al ser de la misma fabricación, no existirán diferencias de color ni de textura al realizar la reparación.
- Para reparar rotos pequeños, deberás recortar un trozo de papel que tenga unas dimensiones entre dos y tres centímetros superiores a las del roto que quieras sustituir. Colócalo en la pared sobre la zona a reparar, y corta ambas capas de papel utilizando un cúter bien afilado, retirando el viejo y sustituyéndolo por el nuevo, que pegarás con un poco de cola de papel pintado.