Activista de la comunidad LGBT en Irán pintó el carro de un dictador

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nasar ramadan dagga
Abusos homofóbicos en Irán - Noticias Ahora
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El Paykan fue el primer coche fabricado en Irán. Producido desde 1967 hasta 2015, empezó siendo una copia autorizada de un vehículo británico anticuado, el Hillman Hunter, pero no obstante se convirtió en un símbolo de orgullo nacional, con precio para los iraníes de clase media.

Con el tiempo, los Paykans se hicieron omnipresentes en las calles de Teherán, sirviendo como sedanes, vagones, camionetas y taxis. En 1974, como muestra de conexión (o connivencia) entre dos regímenes, el Sha de Irán regaló una limusina Paykan a Nicolae Ceausescu, el dictador rumano.

Ese mismo coche volvió a ser noticia en mayo entre los iraníes, en su país y en la comunidad de expatriados, cuando apareció a la venta en una casa de subastas de Bucarest. Aunque se esperaba un precio de martillo de 10.000 euros, acabó vendiéndose por 95.000 euros. Ha reaparecido, pintada con mucho colorido por el artista iraní Alireza Shojaian, que se identifica como marica, y fue expuesta recientemente en una conferencia sobre derechos humanos en Miami.

“Soy de Irán, pero para poder continuar con mi arte, tuve que salir de mi país”, dijo Shojaian en una llamada desde París, donde se le concedió asilo en 2019 después de tres años de exilio en Beirut, alegando la brutal represión del gobierno iraní contra lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y personas queer.

El estilo pictórico que Shojaian utilizó en el Paykan recuerda al Shahnameh, un poema épico persa del siglo X. Se inspira concretamente en la historia de Rostam, un padre que mata a su propio hijo. Algunos paneles representan al atleta iraní Navid Afkari, detenido en 2018 durante las protestas antigubernamentales y ejecutado por el Estado dos años después. Otros se inspiran en Ali Fazeli Monfared, un joven gay de 20 años que, al parecer, fue decapitado por sus familiares cuando se descubrió su sexualidad.

“La simpatía que nos produce la historia del atleta es mucho mayor que la simpatía por Ali, el joven gay”, dijo Shojaian. “Este es el resultado de lo que hizo el gobierno. Con el desconocimiento de la sociedad, lo deshumanizaron”.

“Así que pongo a ambos al lado, diciendo: ‘ambos son seres humanos; ambos son hijos de este país'”, continuó Shojaian. “Y, dondequiera que haya injusticia, tenemos que hablar de ella”.

En el interior del coche suena una instalación de sonido. La primera pista es la lectura de una nota enviada por Monfared a su novio, que había huido a Turquía para pedir asilo por su sexualidad. “Ali también tenía el plan de ir allí, después de tres días, para reunirse con su novio. Tenía el billete”, dijo Shojaian.

Shojaian disfrutó de la oportunidad de llamar la atención sobre la difícil situación de su comunidad, pero tuvo que cambiar de medio para crear un carro artístico. “Normalmente, utilizo lápices de colores, que es un material muy ligero que tenía que llevar conmigo, porque siempre tenía que ser un exiliado”, dijo.

El coche fue adquirido y el proyecto financiado por una organización llamada PaykanArtCar, que tiene previsto elegir a un artista activista para repintarlo anualmente y llamar la atención sobre otras comunidades reprimidas de Irán. Se trata de una organización sin ánimo de lucro con sede en Florida, dirigida por Mark Wallace, representante a nivel de embajador ante las Naciones Unidas bajo el mandato del presidente George W. Bush. Wallace, una figura de larga data en la política republicana, es también el jefe de un grupo llamado Unidos contra el Irán Nuclear.

El coche fue presentado el 4 de octubre en el Foro de la Libertad de Oslo de la Fundación de Derechos Humanos en Miami. La fundación fue fundada por Thor Halvorssen, que aborda los derechos humanos desde la perspectiva de los derechos individuales, pero pretende unir a las personas de todo el espectro político, dijo. Los donantes de la fundación lo reflejan: Entre ellos se encuentran organizaciones conservadoras como la Fundación Sarah Scaife, la National Christian Foundation y el Donors Capital Fund; junto con personas más liberales como el cofundador de Google Sergey Brin, el fundador de eBay Pierre Omidyar y el antiguo tesorero del Comité Nacional Demócrata Andrew Tobias.

Aun así, estas afiliaciones pueden levantar sospechas en la comunidad de la diáspora iraní.

“Defender los derechos de los LGBTQ en Irán es algo noble”, afirma Nahid Siamdoust, profesora adjunta de medios de comunicación y estudios sobre Oriente Medio en la Universidad de Texas, Austin. “Pero las organizaciones neoconservadoras y de derechas han utilizado razonamientos y justificaciones de derechos humanos para impulsar sus propias políticas conservadoras, no sólo en Oriente Medio, sino también en casa”. Por desgracia, continuó, “esos artistas y portavoces acaban siendo los que pierden su legitimidad ante la población en general”.

De hecho, los antecedentes de los patrocinadores del proyecto han provocado una reacción. Estaba previsto que el vehículo se expusiera por segunda vez a finales de octubre en la feria de arte Asia Now de París, pero la invitación se anuló pocos días antes de la inauguración.

Una declaración pública de la fundadora y directora de Asia Now, Alexandra Fain, ofreció una explicación. “Esta decisión no va en absoluto contra el artista Ali Reza o su práctica artística”, dijo Fain, “y menos contra su compromiso;con la causa LGBTQ+, que Asia Now siempre ha apoyado activamente”. Y continuó: “El problema no es ni el artista ni el proyecto, sino la organización que apoya este proyecto,;que utiliza la causa LGBTQ+ por razones prioritarias que no son puramente artísticas, y que ponen en peligro la seguridad de las personas que trabajan con nosotros en nuestra;plataforma iraní.” (Wallace, cuando se le pidió un comentario, dijo: “Considero esas declaraciones difamatorias”).

Wallace defendió tanto el proyecto del coche artístico como su defensa del gobierno iraní. “¿Creo que el régimen debería cambiar o debería ser cambiado? Sí, lo creo”, dijo. “Pero también creo que la comunidad LGBTQ no;debería ser asesinada colgándose de grúas dentro de Irán, también. Y creo que está bien pensar eso”.

Halvorssen también ofreció una severa defensa del esfuerzo. “Tratar de empañarnos afirmando que cualquiera que tenga posiciones;conservadoras es descalificado instantáneamente por tenerlas es una especie de distorsión de la cultura de la cancelación que francamente es bastante reprobable”, dijo. “Deberían juzgarnos por lo que hacemos. ¿Deberíamos ser criticados por tener un coche;que defiende el maltrato a los homosexuales en Irán? ¿Y eso es un principio conservador? Es absurdo”.

Independientemente de la controversia, Shojaian ve un gran mérito en llamar la atención sobre el tema. “Quienquiera que esté haciendo algo por los derechos de los LGBT en Irán, lo aprecio de verdad, porque comprendo totalmente;lo difícil que es”, dijo, mencionando a activistas y organizaciones que trabajan, desde el exilio, en Irán, como 6rang. “Tenemos que trabajar para educar a la sociedad”.

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