Asesinan a un hombre en Maracay tras conocerse que supuestamente violó a sus hijastras con el consentimiento de su madre en la populosa barriada de Petare, en el estado Miranda.
El hombre fue hallado sin vida con un cartel en el pecho que decía: “Violaste a una niña de 8 años le pegaste sífilis… Somos los Justos”.
Las tres niñas de 11, 8 y 2 años de edad vivían con su madre y padrastro en una vivienda rural en Petare del estado Miranda. En esa casa, sucedieron los hechos más atroces con las dos primeras menores, quienes por miedo no relataron lo que sucedía.
El periodista Edixon Manuel en sus redes sociales describió que supuestamente el sujeto ha sido identificado con el nombre de Alexas Miquilena. Sin embargo, no hay una versión oficial que revele los datos del agresor, tampoco si es su nombre real.
Relató que el hombre fue hallado muerto con el letrero. Pero, días antes se había escapado del Hospital del Llanito; cuando la Policía interrogaba a la mujer por los hechos.
Según el reporte de los médicos en el centro de salud, la niña de 8 años había sido abusada sexualmente en reiteradas ocasiones y había contraído la enfermedad de transmisión sexual, sífilis. De inmediato se comunicaron con la policía. Al verse descubierto el hombre huyó y se desvaneció.
Un viaje sin regreso
El presunto violador se fue a Maracay del estado Aragua para evitar ser descubierto y poder estar en completa libertad.
Sin embargo, la niña de 11 años al verlo entró en crisis y le comunicó a su tía, con quien se había ido a vivir, lo que estaba sucediendo. Tras la confesión de la menor, las personas lo identificaron.
Una vida en el infierno
La familia vivía en un rancho de Petare. Allí convivían las dos niñas y los representantes. Pero, en ese hogar, las pequeñas vivían un infierno. El hombre las violó en reiteradas oportunidades.
A los seis años, la mayor comenzó a sufrir las calamidades. Pero, la niña decidió irse de la casa a Maracay a quedarse con la hermana de la mamá. Sin imaginarse que su verdugo lo vería un tiempo después.
Mientras que, la hija de 8 años se quedó en Petare y siguió viviendo las atrocidades. Al punto que era encerrada en una jaula, cuando éstos con la pequeña de dos años paseaban. Pero, el hombre al llegar a la casa da rienda suelta a la imaginación.
Un día, la niña de 8 años se salió de la casa y los vecinos se percataron que segregaba unas sustancias verdes por sus partes íntimas. Por lo tanto, decidieron llevarla al Hospital del Llanito. Tras esta decisión se descubrió el infierno que vivían las niñas.
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