La industria chocolatera se encuentra en un punto de inflexión ante la crisis del cacao por los precios, que han alcanzado máximos históricos y están obligando a los fabricantes a replantear sus procesos de producción. Ante esta crisis, la innovación se presenta como la clave para garantizar el futuro del chocolate.
Empresas líderes como Mondelez International, la multinacional detrás de las galletas Oreo, están apostando por soluciones tecnológicas. A principios de diciembre, la compañía invirtió en Celleste Bio, una startup que desarrolla cacao a base de células, ofreciendo una alternativa sostenible y escalable al cultivo tradicional.
Esta tendencia hacia la producción de ingredientes alimentarios en laboratorio, conocida como agricultura celular, promete revolucionar la industria alimentaria. Además de garantizar un suministro estable y reducir la presión sobre los recursos naturales, el cacao cultivado en laboratorio podría abrir las puertas a nuevos sabores y texturas.
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