Enzo Ferrari, un apasionado por los autos y el deporte motor, falleció el 14 de agosto de 1988 en Módena, Italia; quien forjó un imperio desde cero, dejando uno de los legados más importantes si se trata de marcas.
¿Cómo Ferrari creó su legado?
Su meta era crear los autos más espectaculares del mundo; y para eso se basó en un principio básico: producir menos de lo que demandaba el mercado.
En este sentido, se evitaba crisis económicas tempranas, acrecentaba el mito y sobretodo, mantenía alto el valor del producto.
Sin duda, no es fácil producir el mejor auto del mundo cada año. Así definía el “Drake” a sus deportivos: “Son una expresión de un hermoso auto y, en cada caso, son autos que todos desean”.
De este modo, desde 1947 a 2010, la fabricación de Ferrari se limitó a 100.000 unidades, un número bajísimo en tiempos donde la producción en serie es cada vez más grande.
¿Qué es lo que caracteriza a un Ferrari?
Enzo Ferrari lo definió como: “Un auto que encuentra sus prestaciones extraordinarias gracias a la experiencia constante de la competición; unas líneas que brotan desde la ‘máquina’: esenciales; eficaces y cuya belleza siempre es consecuencia de la funcionalidad; una emoción única que nace del placer de conocerla, conduciendo límites normalmente inaccesibles”.