Este miércoles se registró uno de los episodios que conmocionó a todo el país, 68 reos que permanecían en las instalaciones de la Comandancia General de la Policía del Estado Carabobo murieron. Familiares de los occisos relataron de cómo ocurrieron los hechos en esta sede policial ubicada en la calle 107 Nava Espínola de la ciudad de Valencia en el estado Carabobo.
Aproximadamente a las 8:00 de la mañana de ese día, la madre de uno de los internos recibió una llamada telefónica de su hijo, Romer Alejandro Lugo Lugo informándole sobre la situación que se presentaba. La mujer, al escuchar el llamado de “auxilió” entró en pánico y decidió ir de inmediato para ver que sucedía.
“Mi hijo me gritaba que me fuera a la Nava Espínola y que agarrara un carro porque le habían dado un tiro a una muchacha en la cara y estaba tirada en el piso. Los policías los tenían amenazados para matarlos. Él me decía: mamá nos van a matar a todos, nos van a rociar gasolina”, expresó Yeiny Lugo.
Segundos antes de colgar el teléfono, el hijo de Yeiny pidió con urgencia la presencia de su abogado y de varios representantes del sistema judicial, para que mediaran en la situación. “Cuando llegué a la comandancia conseguí eso lleno de policías y bomberos; había mucho humo, ya mi hijo estaba muerto. Me enteré a las 3:00 de la tarde de ese día”.
Como se recordará ese mismo viernes se difundió en las redes sociales una fotografía en la que se veía a una mujer arrojada en el piso. Se trataba de una embarazada quien visitaba a uno de los internos. Presuntamente recibió un disparo en la cabeza.
“Mi hijo la auxilió. Él al ver que ella estaba muerta, se tiró al piso y un policía le pegó un tiro, y luego lo quemaron”, argumentó.
Lugo aseguró que hasta el momento, el cadáver de la muchacha no ha sido reclamado por sus familiares. “Es se piel morena, cabello negro, tenía colocada una camisa de color blanco y pantalón azul. Tengo entendido que vivía alquilada en Naguanagua”.
Entre el llanto, y el desespero, Lugo no tiene otra alternativa para afrontar la pérdida de su hijo. Extiende su clamor a las autoridades del sistema judicial venezolano para que den con los responsables de la muerte de los 68 reos.
“Yo sé que a mi hijo no lo van a revivir, pero que esto no vuelva a ocurrir. Él no merecía morir así”. Al tiempo que desmintió la hipótesis de cómo fue que fallecieron los internos.
“A todos les pusieron que murieron de asfixia. En mi vida no he visto que algo similar. Los policías dicen que los reos se incendiario entre ellos, pero eso es mentira. Mi hijo me dijo que no solo lo iban asesinar a él, sino a todos; una persona que se quiere morir allá adentro no tiene porqué llamar para pedir auxilio”.
Cristiana sepultura
Este jueves se conoció que fueron entregados 48 cadáveres del “motín” de la Comandancia de la PoliCarabobo. Mientras que este viernes fueron sepultados de forma masiva 33 de los 66 reos muertos en el Cementerio Municipal de Valencia.
Caravanas florales fueron una de las maneras para despedirlos. Otras personas velaron a los difuntos en las comunidades donde ellos residían.
Redacción: José Luis Camacho / Noticias-Ahora
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