Una vez finalizado el año escolar, Fe y Alegría Venezuela presentó al país un resumen de lo vivido y realizado.

A continuación el resumen de Fe y Alegría:
Al término del año escolar 2019-2020 compartimos con ustedes un resumen de nuestra actuación. Ha sido un curso duro, atípico, donde creamos e innovamos, respondimos a una realidad cambiante y retadora, le hicimos frente y sacamos lo mejor de nosotros.
El personal, sobre todo los docentes y comunicadores, no se amedrentó ante la crisis.
Formamos equipos que transitaron nuevos caminos para responder al compromiso de educar. Sacaron fuerzas de la flaqueza y sembraron esperanza y fortaleza espiritual, para que los estudiantes, de la mano de sus familiares asumieran el reto de su formación.
El personal de apoyo, administrativos y obreros, ha sido fiel y heroico atendiendo a los representantes, cuidando los centros junto a vecinos y comunidades organizadas. Estamos seguro que seguirán cuidando los centros durante las vacaciones.
Agradecemos a todos los amigos, bienhechores, donantes, ONG, organismos internacionales. Sus aportes contribuyen a que muchos de nuestros alumnos y personal tengan acceso a alimentación, transporte y medicinas. Seguimos trabajando para que esos beneficios lleguen a una cantidad mayor de personas.
Y a los estudiantes: para ustedes existimos. También trabajaron duro. Añoramos verlos en las aulas, talleres y patios; estudiando, pensando, creando, dialogando, construyendo, relacionándose, riendo.
Audaces y creativos en la crisis
En los meses previos a la pandemia, respondimos a la emergencia humanitaria compleja construyendo ambientes educativos seguros. Ahí los alumnos son reconocidos y encuentran oportunidades y condiciones para desarrollar sus competencias. Intervinimos el proyecto educativo para responder a la realidad, contextualizamos el currículo, replanteamos el rol del docente y reorganizamos tiempos, espacios y ambientes. Identificamos los saberes esenciales y priorizamos las competencias cognitivas y sociales. Acompañamos la espiritualidad, lo socio-emocional y lo cognitivo, de docentes y estudiantes.
Montamos campañas de permanencia escolar, de valoración de la educación y la convivencia, de pedagogía del amor, de resiliencia y compromiso social.
Con apoyo de muchos, atendimos en lo alimentario a 48.079 estudiantes y 4.123 trabajadores de 85 escuelas. Ejecutamos el programa “Todos y todas a la escuela”, creando ambientes seguros y agradables, con dotación de útiles. Lo hicimos en 96 centros a 59.253 alumnos y con 2.310 docentes.
¡Somos más que una escuela! Por eso impulsamos la reconstrucción del tejido social, el
fortalecimiento comunitario, educamos para el emprendimiento, organizamos Madres promotoras de paz, grupos juveniles a través del Movimiento Juvenil Huellas, formamos líderes juveniles universitarios, atendemos a nuestros 7.450 niños dejados atrás y promovemos ambientes de paz y de ciudadanía, entre otros.
Sin maestros no hay escuelas
Las miserables condiciones salariales del personal, en cualquier momento pueden derrumbar todo el sistema educativo, si no se toman las medidas pertinentes. Nos quedaremos sin maestros y por consiguiente sin escuelas, porque “sin maestros no hay escuelas”.
SALVAR LA EDUCACIÓN TAMBIÉN ES CONTIGO
El llamado es para todos; ciudadanos, empresarios, organizaciones, familias, Iglesias, alumnos, exalumnos y, principalmente el Estado: salvemos la educación. Nuestros muchachos merecen una educación de calidad y nuestros educadores unas condiciones dignas para educar.
Confiamos que tanto el MPPE como el MPPEU implementen soluciones para que todos los docentes del país puedan dedicarse con todas sus energías a formar ciudadanos, competentes, críticos y constructivos. Sabemos que sólo con ciudadanos integralmente formados podemos construir un país justo, donde todos vivamos de nuestro trabajo.
También puedes leer: Joven se ahogó tras desbordamiento del río Curaguaro en Anzoátegui
“Si quieres visualizar esta y otras noticias desde tu celular, síguenos en TELEGRAM