Francia dio inicio este viernes 30 de octubre a un nuevo periodo de confinamiento nacional, con el fin de evitar otra ola de contagios del coronavirus. El gobierno tomó esta medida ante el fracaso de otros métodos, como los toques de queda regionales.
De esta forma, se convirtió en el segundo país europeo (anteriormente lo implementó Irlanda) en ejecutar una cuarentena nacional, la cual se extendía inicialmente hasta el 1 de diciembre.
Sin embargo, este confinamiento resultará más suave que el que vivió el país entre marzo y mayo pasados.
En ese sentido, los ciudadanos podrán salir una hora al día, a un máximo de un kilómetro de sus domicilios, para pasear o realizar actividades deportivas; mientras que se mantienen abiertas guarderías y educación primaria y secundaria.
Asimismo, las bodas y entierros podrán celebrarse, aunque con asistencia muy reducida (6 y 30 personas como máximo, respectivamente).
Por otro lado, se cerrarán los establecimientos que reciben público y los comercios no esenciales. El Gobierno prometió revisar la situación al cabo de dos semanas para ver si resulta factible reabrir algunos de esos comercios.
La flexibilidad también se extenderá para facilitar las visitas a los cementerios durante el próximo domingo, 1 de noviembre.
Hasta la fecha, Francia suma 36.020 fallecimientos y 1,28 millones de casos por la pandemia, con un ritmo de hospitalizaciones y de ingresos en cuidados intensivos cada vez más elevado.
También puedes leer: Macron anuncia nuevo confinamiento en toda Francia
“Si quieres visualizar esta y otras noticias desde tu celular, síguenos en TELEGRAM y mantente siempre informado”
