Una fuga en un puerto al noroeste de México provocó el derrame de 3.000 litros de ácido sulfúrico al Mar de Cortés; una zona de enorme riqueza biológica.

El derrame de 3.000 litros de ácido sulfúrico colocó nuevamente en el ojo del huracán a Grupo México; principal conglomerado minero del país y dueño de estas instalaciones ubicadas en Guaymas, en el Estado de Sonora.
Hace casi cinco años, esta empresa fue responsable del vertido de 40.000 metros cúbicos de metales tóxicos en un río de la misma región, el mayor desastre natural en la historia del país latinoamericano.
La ONG Greenpeace pidió que el Gobierno castigue lo que tacha de «conducta negligente reiterada» con multas; además de una retirada de concesiones por el derrame de 3.000 litros de ácido sulfúrico.
El derrame en Guaymas se produjo por un fallo en una válvula durante unas pruebas para cargar una embarcación. En un video captado en las instalaciones y circulado en medios locales muestra una columna de humo blanco; donde el ácido entró en contacto con el agua y produjo el derrame de 3.000 litros de ácido.