Una ciudadana española de 42 años murió en un hospital privado de Estambul tras someterse a una cirugía estética. Este suceso ha puesto en el foco la seguridad de las clínicas estéticas en Turquía, un destino cada vez más popular para este tipo de procedimientos.
La mujer, que residía en Madrid y era madre de dos hijas, se sometió a la operación el pasado 2 de agosto. Al día siguiente, comenzó a presentar dificultades respiratorias y, tras ser ingresada, falleció a causa de una parada cardíaca.
Las autoridades turcas han abierto una investigación por homicidio por negligencia y han detenido al médico responsable de la intervención, aunque posteriormente quedó en libertad con cargos.
Turquía se ha posicionado como un referente mundial en turismo médico, gracias a su avanzada tecnología médica y precios muy competitivos. Sin embargo, este auge ha generado una creciente preocupación por la calidad de los servicios ofrecidos y la seguridad de los pacientes.
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