Desde que Kylian Mbappé abrió la posibilidad de irse del París Saint-Germain (PSG), el club se aterró ante la posibilidad de perder a su más prometedora figura, lo que causaría que el resto de sus estrellas traídas gracias a los millones por los propietarios qataríes también desearan irse.
El equipo francés esta consciente del deseo del técnico del Real Madrid, Zinedine Zidane, por tenerlo en sus filas, además del permanente contacto entre el conjunto merengue y la familia del jugador.
Por, se encendieron las alarmas en el Parque de los Príncipes cuando Mbappé expresó, mientras recibía el premio de mejor jugador del año en Francia según sus colegas: «Ha llegado el momento de asumir más responsabilidades, en París, si fuera posible. Sería un gran placer. Y si no fuera en París, podría ser en otro lugar, en el marco de un nuevo proyecto».
Sus palabras van en contra de lo que había pronunciado el jugador tiempo atrás. Después de la eliminación del PSG de la Champions League en Octavos de Final, que coincidió con el arribo de ‘Zizou’ al Real Madrid, manifestó que todavía cree en el sueño parisiense. Dio a entender a la directiva que necesita prueba y no un cheque en blanco para mantener su confianza.
Mbappé se creció ante la adversidad
Las pronunciaciones de Mbappé se dan en el momento que su figura creció dentro del club debido a la lesiones de Neymar y Edison Cavani. Sin sus dos compañeros de ataque, el joven francés de 20 años se echó el equipo a hombros, al punto de disputar la Bota de Oro europea al astro del Barcelona Lionel Messi.
Con una fecha por disputar, la próxima súper estrella del planeta fútbol marcó 32 goles (cuatro menos que Messi). De esta forma, anotó más tantos que ningún otro jugador de su nacionalidad en el campeonato galo desde 1966.
PSG entiende el que el segundo fichaje más caro en la historia (pagó 180 millones hace dos temporadas al Mónaco) hace añicos todos los récords de precocidad que lo colocan al lado de Pelé, y que no querrá estar bajo la sombra de Cavani o Neymar.
Por otra parte, no quiere que el club frene su crecimiento, el cual se complica por las adversidades financieras debido a su obligación de equilibrar sus cuentas para satisfacer a la UEFA, además de la disputa interna entre el entrenador, Thomas Tuchel, y el director deportivo, Antero Henrique.
Luego de ganar con Francia el Mundial de Rusia, Mbappé conoció lo que significa la gloria, lo cual no quiere que nada ni nadie lo frenen de su meta: hacer historia. Por quiere asegurarse de que su club actual no se queda corto en alcanzar su objetivo, especialmente cuando lo seduce la idea de jugar con el máximo ganador de Europa y que busca un jugar de su calibre para suplantar partida de Cristiano Ronaldo.
Por ello, dejó claro al PSG sus especificaciones para conservarlo: un club grande, un proyecto que lleve su nombre bien alto. De lo contrario, se marchará. El joven crack francés, alabado por la increíble madures que demuestra a pesar de su corta edad, no desea frenos en sus pretensiones. Queda de parte de los propietarios del club cómo actuarán a partir de ahora.
Con información de ESPN
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