La aparición de un mono capuchino, en la urbanización El Paraíso desplazándose ágilmente por los techos de las viviendas, ha encendido las alarmas entre los residentes. Este suceso se suma a otros reportes similares en zonas cercanas, lo que plantea interrogantes sobre la seguridad y convivencia con la fauna local.
Vecinos particularmente en la cuadra La Lomita, se percataron de la presencia del primate. Ante esta situación, una residente intentó tranquilizar al animal ofreciéndole comida, pero el mono, asustado, huyó hacia otras casas. A pesar de los esfuerzos por seguirle el rastro, el animal se perdió de vista rápidamente.
La inquietud de los habitantes radica en el potencial peligro que representa el mono para niños y mascotas. Algunos vecinos han optado por resguardarse en sus hogares hasta que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Es importante destacar que este incidente no es aislado. Días atrás, en la UD5 de Caricuao, se reportó la presencia de al menos tres monos capuchinos en las inmediaciones de un preescolar. Padres de familia denunciaron que los animales ingresaron a las instalaciones educativas, generando pánico entre los niños y atacando a un trabajador.
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