Un autoproclamado profeta zambiano murió después de que su intento de recrear la resurrección de Jesús le saliera espectacularmente mal. El pastor James Sakara, de 22 años, murió después de pedir a sus seguidores que lo enterraran vivo durante tres días para poder resucitar milagrosamente.
Sakara, que era pastor de la iglesia Zion de la ciudad zambiana de Chidiza, convenció de algún modo a sus fieles de que podía volver de entre los muertos y resucitar al tercer día. Se dice que el carismático pastor también se dedicaba a la medicina tradicional. Al preparar a sus fieles para el milagro de la resurrección, el profeta Sakara citó Lucas 22:19.
El profeta zambiano se centró en la última parte de la escritura. Según su interpretación, Jesús quería que sus seguidores le recordaran, no sólo con la participación en el santo sacramento, sino también con los milagros de la Resurrección.
Mientras la mayoría de los feligreses de Sakara se negaban a ayudarle a realizar su escandaloso milagro de resurrección, tres hombres se ofrecieron a ayudar a su pastor.
Pastor en Zambia
Se dice que cavaron una tumba poco profunda, ataron las manos del Profeta y lo enterraron vivo. Los tres hombres y otros feligreses volvieron a la tumba al cabo de tres días para ver cómo estaba su pastor y darle la bienvenida. Desgraciadamente, las cosas no salieron según lo previsto, y el “hombre de Dios” fue encontrado muerto.
Se dice que los miembros de la iglesia realizaron una serie de “ejercicios espirituales” para resucitar a su profeta. Desgraciadamente, fue en vano. El profeta James Sakara no pudo emular a Jesús y resucitar de entre los muertos después de 3 días.
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