Al menos dos individuos armados irrumpieron en el domicilio y abrieron fuego indiscriminadamente contra sus ocupantes.
Cuádruple homicidio en Montevideo
Los vecinos relataron haber escuchado una ráfaga de disparos que inicialmente confundieron con fuegos artificiales. Las autoridades estiman que se dispararon más de 120 proyectiles, según informa el diario El País.
En la escena del crimen se encontraron los cuerpos de un hombre de 40 años, dos adolescentes de 16 y 18 años, y un niño de apenas 11 años, y un adolescente de 17 años resultó gravemente herido que se encuentra hospitalizado en estado crítico.
La balacera ocurrió en su domicilio y fue su madre quien alertó a las autoridades a través del 911 tras encontrarlo con múltiples impactos de bala.
La investigación preliminar reveló que la víctima de mayor edad era el padre del adolescente hospitalizado y exyerno del joven de 16 años. El joven de 18 años y el niño de 11 años no tenían aparente relación entre sí ni con las otras víctimas, según precisa El País.
El móvil del crimen aún no ha sido esclarecido. según informaciones preliminares, se baraja la hipótesis de un ajuste de cuentas entre narcotraficantes del barrio, una zona marginal que ha experimentado un aumento significativo de la violencia e inseguridad en los últimos años debido al narcotráfico.
Investigación del Caso
Por su parte, El Observador señala que la Policía ya venía investigando una organización dedicada a la venta de drogas y armas en la localidad. Hace aproximadamente dos meses, un presunto traficante de la zona fue víctima de un atentado del que logró sobrevivir. En este contexto, surge la posibilidad de que el sangriento asesinato sea un acto de venganza por parte de este individuo.
Miembros de la División de Investigaciones y del Departamento de Homicidios realizaron allanamientos en el barrio durante el viernes en busca de los autores del cuádruple homicidio. En el operativo se incautaron municiones del mismo calibre utilizado en el ataque y se detuvo a cinco personas. Una de ellas, un joven de 19 años, fue imputada este sábado por tráfico de municiones. Sin embargo, la fiscal Adriana Edelman, a cargo del caso, afirmó que «en principio no hay pruebas» que vinculen a los cinco detenidos con el crimen.
La Policía continúa trabajando arduamente para esclarecer todos los detalles del caso. No se ha determinado con certeza qué hacía un niño de 11 años en el lugar del crimen, pero se presume que podría estar relacionado con un comedor popular ubicado frente a la vivienda, administrado por la madre del adolescente herido. También se investiga si la vivienda era utilizada para actividades delictivas.
«La distribución de las habitaciones no coincide con la de una casa familiar. Es posible que tuviera otro tipo de uso, pero no podemos afirmar que alguna familia viviera aquí (…) Es un hecho muy complejo que requiere una investigación muy profesional», declaró el director de la Policía Nacional, José Manuel Azambuya.
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