Calcinadas 7.300 hectáreas en Burdeos, que hasta la mañana de este viernes siguen sin control y que han conducido a la evacuación de cerca de medio millar de personas más la pasada noche.
La Prefectura (delegación del Gobierno) indica en su cuenta de Twitter que a las 8.00 locales (6.00 GMT) se llevaban contabilizadas 3.100 hectáreas de monte calcinadas en el fuego de La Teste de Buch, que también ha destruido tres casas y dos restaurantes en Cazaux.
El jueves por la tarde habían sido evacuadas 4.000 habitantes de Cazaux, que se añadían a los más de 6.000 que también habían sido desalojados en el Bassin d’Arcachon, esencialmente en cámpings de esta área turística costera.
En el segundo incendio, en Landiras, el fuego había recorrido hasta esta mañana 4.200 hectáreas, según la Prefectura, que también informó de la evacuación en la noche del jueves al viernes a 480 personas en las localidades de Origne, Balizac y Louchats, para las que se habían dispuesto diferentes salas en Saint Symphorien y Villandraut.
La delegación del Gobierno insiste en que la situación seguía siendo «desfavorable». Más allá de los daños materiales, no hay constancia de víctimas personales.
Esta mañana está previsto que los subprefectos responsables de cada una de esas dos zonas comparezcan ante la prensa para dar cuenta de las evoluciones.
Más de 1.000 bomberos trabajan para intentar controlar el fuego, ayudados por un centenar de vehículos y siete hidroaviones de tipo Canadair y dos bombarderos de agua Dash.
Las autoridades han declarado en alerta roja de incendios tanto el departamento de Gironde como el de las Landas, al sur. La Gironde es, además, uno de los once departamentos del sur de Francia en alerta naranja por la ola de calor, con temperaturas que podrían volver a superar hoy los 35 grados.
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