Unas sardinas al horno con ajo y perejil es un plato sencillo que expresa claramente las delicias del mar; y la puedes preparar sin temor a los malos olores.
Se trata de preparar un delicioso pescado con pocos ingredientes, pero quedaran un toque especial en las comidas.
Es un plato muy fácil de elaborar y no muy caro que puede alcanzar para todos. Solo necesitas estos ingredientes para cocinar unas sardinas al horno con ajo y perejil.
Ingredientes:
- 1kg de sardinas
- 2 dientes de ajo
- Unas hojas de perejil
- 1 limón
- Sal fina y sal gorda
- Aceite de oliva
Preparación:
No se puede elegir unas sardinas ya fileteadas o congeladas. Deben ser bien frescas, enteras, con un color vivo, con los ojos brillantes y que «peguen al ojo».
Con ellas ya en casa, no tenemos que limpiarlas. Puede resultar esto raro pero, hecho con las tripas, es como más jugosas quedan. Sin ellas, las sardinas tienden a resecarse en el horno. Éstas, además, son muy fáciles de quitar.
Con todo esto aclarado, precalentamos el horno a 220ºC. Mientras se calienta, en un mortero, ponemos el ajo, el perejil, una pizquita de sal fina y un chorrito de un buen aceite de oliva. Machacamos todos los ingredientes hasta obtener un majado con mucho sabor.
Ponemos un trozo de papel de vegetal, también conocido como papel de horno. Sobre él, ponemos una fina capa de sal gorda y sobre ella, las sardinas. Este truco, reducirá el fuerte olor que suele quedar al azar este pescado, aunque no lo eliminará por completo. Hecho esto, sobre las sardinas, podemos poner el majado de ajo y perejil. Otra opción es reservarlo para el final y ponerlo en crudo. Esto lo dejo a tu elección.
En cualquier caso, metemos las sardinas al horno, ya calentado a 220ºC y las asamos durante unos 15 minutos. Hasta que queden cocinadas. Que no se pasen de cocción o quedarán muy resecas
Pasado el tiempo, retiramos las sardinas del horno y las servimos en un plato. Si decidiste no incluir el majado en el horno, ahora sería el momento de añadírselo. Le dará un toque más fuerte a la preparación. Acompañar con 1/4 de limón, para que el comensal se lo añada a su gusto.
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