Para el gobierno de Donald Trump, el general Qasem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Quds de Irán tenía las manos manchadas de sangre, por los constantes ataques que lideraba contra EEUU.
El Pentágono acusó en varias oportunidades al general iraní Qassem Soleimani de ser el autor intelectual “de la muerte de cientos de estadounidenses y miembros de la coalición y de haber herido a otros miles”.
El Pentágono a través de un comunicado estableció que “Soleimani desarrolló activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidense en Irak y en toda la región”.
Es por ello que, el pasado viernes, las fuerzas de Estados Unidos atacó con misiles el convoy en el que viajó el general iraní Qassem Soleimani por el aeropuerto de Bagdad. Esta acción militar se convirtió en una escalada de tensiones entre EEUU e Irán.
En vista que el ataque estadounidense contra Soleimani se convirtió en un incidente internacional que conllevó a una serie de represalias entre ambas partes del conflicto; y podría tener consecuencias considerables.
Al punto que, Irán en días pasados atacó con 22 misiles a dos bases aéreas de Irak, donde habían topas provenientes de los Estados Unidos. Por lo cual, la estrategia del presidente Donald Trump ha sido cuestionada como nunca antes.
En tal sentido, Philip Gordon, quien fue coordinador de la Casa Blanca para Medio Oriente y el golfo Pérsico durante el gobierno de Barack Obama, reseñó que “la muerte de Qasem Soleimani a manos de Estados Unidos como poco menos que una declaración de guerra por parte de los estadounidenses hacia Irán”.
Aseveró que “Actuamos anoche para detener una guerra. No actuamos para iniciar una guerra”.
Por su parte, el presidente Donald Trump ratificó que “No actuamos para iniciar una guerra”. Ante estas palabras, el Jefe de Estado decidió aplicar sanciones a Irán, después del ataque a las dos bases aéreas de Irak.
Sin embargo, el Pentágono actuó contra la milicia proiraní que cree que está detrás del ataque en Irak y esta acción provocó un asalto a la embajada estadounidense en Bagdad.
Para finalizar, Estados Unidos y sus aliados buscarán la manera de defenderse. Para tal motivo, Washington reforzó la presencia militar en la región, si fuera necesario.
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