Autoridades de Estados Unidos anunciaron este jueves que el fabricante de automóviles surcoreano Hyundai pagará una multa de 47 millones de dólares, debido a la importación y venta ilegal de motores diésel que violan los reglamentos ambientales en EE.UU.
En ese sentido, el departamento de Justicia de Estados Unidos explicó que desde 2012 a 2015, la empresa introdujo al país norteamericano 2.300 automóviles equipados con motores diésel. Sin embargo, la estructura de dicho vehículos causó que contaminaran más de lo autorizado por los estándares estadounidenses.
“Hyundai puso las ganancias por encima de la salud pública y los requisitos de la ley. No toleraremos tales esquemas que eluden la Ley de Aire Limpio, diseñada por el Congreso para mejorar la calidad del aire”, indicó Jeffrey Bossert Clark, jefe de la división de medio ambiente y recursos naturales del departamento, en un comunicado.
El caso inició en 2015, cuando un denunciante alertó a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos. Posteriormente se iniciaron los procedimientos penales y civiles.
Los funcionarios estadounidenses expresaron que los motores diésel de Hyundai no estaban certificados para cumplir con los estándares de emisiones de partículas y óxido de nitrógeno, los cuales contribuyen a enfermedades y muerte prematura.
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