Es la época de esta fruta tropical en Venezuela y puedes preparar una variedad de postres, como la tarta de mango sin horno que hará deleitar a los más chamos de la casa.
Es una fruta en un postre exótico, refrescante y muy original, que lo puedes acompañar con una buena taza de café.
El principal fruto debe estar fresco para que la tarta de mango sin horno esté en su punto, y así presentarás un plato único en la tierra.
Es de saber que una tarta es una combinación de sabores de esta exquisita fruta, el mango, el toque suave de la crema y el crujiente de la galleta.
Ingredientes:
- 250 g de galletas María
- 100 g de mantequilla
- 450 g de mango pelado y cortado en cubos
- 350 g de yogur griego sin endulzar
- 300 ml de nata para montar (crema de leche)
- 90 g de azúcar
- 15 gramos de gelatina en polvo sin sabor
- 80 ml de agua fría.
Para la cobertura:
- 330 g de mermelada de mango
- 5 g de gelatina en polvo sin sabor
- 40 ml de agua fría
Preparación:
Para hacer la base, trituramos las galletas con el robot de cocina o dentro de una bolsita machacándolas con un rodillo, y mezclamos la arenilla que obtenemos con la mantequilla fundida. Extendemos esta mezcla en la base de un molde desmontable de 22 cm, presionando con una cuchara para que quede bien compacto. Llevamos 20 minutos a la nevera, y mientras tanto preparamos el relleno.
Hidratamos la gelatina en el agua fría y dejamos reposar 10 minutos. Pasado este tiempo la gelatina tendrá un aspecto sólido, entonces la derretimos en el microondas (o a fuego bien bajo) unos segundos, hasta que esté líquida. Reservamos. Trituramos el mango con el yogur y la mitad del azúcar, usando una licuadora o procesador de alimentos. Cuando esté bien triturado y sin grumos, añadimos la gelatina y mezclamos bien.
En un bol montamos la nata: cuando esté a medio montar añadimos el azúcar restante y seguimos batiendo hasta que esté casi montada, no tiene que estar bien firme sino más bien con la consistencia de una mayonesa. Vertemos en el bol la mezcla de mango y con una espátula mezclamos delicadamente con movimientos envolventes, hasta que esté completamente integrado. Vertemos sobre la base que teníamos en la nevera y refrigeramos por una hora aproximadamente, o hasta que la superficie esté cuajada.
Para la cobertura hidratamos y luego fundimos la gelatina como hemos visto antes para el relleno de la tarta. Vertemos sobre la mermelada y removemos bien. Vertemos por encima de la tarta, distribuimos bien y refrigeramos como mínimo 4 horas. Luego desmoldamos con cuidado, pasando primero un cuchillo o espatulita por los bordes, y ya tenemos lista la tarta para servir.
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