Un nuevo paradigma en la lucha contra la obesidad y la diabetes tipo 2 se abre paso gracias a dos investigaciones pioneras coordinadas por expertos de la Universidad de Granada. Estos estudios revelan el potencial de la melatonina, una hormona natural, como herramienta eficaz para prevenir y combatir estas enfermedades prevalentes.
Eficacia demostrada contra la obesidad visceral
Las investigaciones, realizadas en ratas obesas y diabéticas de ambos sexos, destacan el impacto positivo de la melatonina en la prevención de la obesidad, especialmente en la peligrosa obesidad visceral.
Esta última se caracteriza por la acumulación de grasa en el abdomen, cerca de órganos vitales, lo que aumenta significativamente el riesgo de problemas de salud.
Resultados contundentes:
- La dosificación prolongada de melatonina (10 mg/kg de peso corporal durante tres meses) previno la obesidad de manera más efectiva que los tratamientos de corta duración.
- Se observó una reducción de la obesidad visceral de aproximadamente un 3%.
- Se revirtió la atrofia de las fibras musculares causada por la obesidad.
- Se transformó el tipo de fibra muscular hacia un fenotipo más oxidativo y lento.
- Se incrementó la actividad y el contenido mitocondrial, lo que contribuyó a la disminución de la ganancia de peso en ambos sexos.
Los estudios revelaron un dato aún más alentador: la combinación de melatonina con baños en agua a una temperatura moderadamente fría (alrededor de 17°C, similar a la temperatura media del mar) intensifica la reducción de peso, abriendo una nueva estrategia terapéutica prometedora.
El Prof. Ahmad Agil, investigador principal, explica:
“Estos hallazgos abren un nuevo frente en la lucha contra la obesidad y la diabetes tipo 2. La melatonina, una sustancia natural segura y ampliamente disponible, podría convertirse en una herramienta valiosa para prevenir y tratar estas enfermedades que afectan a millones de personas en todo el mundo.”
El Prof. Agil va más allá de la melatonina y propone un enfoque holístico para abordar la obesidad y la diabetes tipo 2, que incluye:
- Adaptar las actividades diarias al ritmo biológico natural.
- Exponerse a la luz natural durante el día.
- Realizar actividad física adecuada.
- Elegir dietas hipocalóricas ricas en alimentos no procesados.
- Evitar comer entre horas.
- Mantener una temperatura fresca en el hogar (alrededor de 17°C).
- Ducharse con agua fresca.
- Dormir a oscuras.
- Evitar dispositivos electrónicos que emitan luz azul antes de acostarse.
- Ayunar intermitentemente para aumentar los niveles endógenos de melatonina.
Investigación de vanguardia con un futuro prometedor
Los estudios actuales se basan en 13 años de investigación previa del mismo grupo, consolidando la melatonina como un enfoque terapéutico novedoso para la obesidad, la diabetes tipo 2 y sus complicaciones asociadas. Se espera que estos hallazgos promuevan futuros ensayos clínicos en humanos para validar su efectividad y abrir camino a un futuro más saludable para millones de personas.
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