La cifra de muertos en un ataque por bandidos en Nigeria ascendió a 48 -incluyendo seis civiles-, confirmaron activistas de la sociedad civil.
«El desglose según el último recuento muestra que se ha confirmado la muerte de 34 soldados, ocho policías y seis civiles», dijo en un comunicado recogido hoy por medios locales Sani Kokki, coordinador de la organización Jóvenes preocupados de Shiroro del Estado de Níger.
En el ataque –que tuvo lugar contra la aldea de Ajata, en la localidad de Shiroro– un número indeterminado de personas fueron secuestradas; entre ellas cuatro ciudadanos chinos, según confirmó a Efe, Rahman Adams, secretario de la Coalición de Asociaciones de Shiroro.
Los estados del centro y noroeste de Nigeria sufren ataques incesantes por parte de «bandidos» –término usado en el país para nombrar a las bandas criminales que cometen esos asaltos– y una ola de secuestros masivos para obtener lucrativos rescates.
Violencia en Nigeria
La violencia continúa a pesar de las reiteradas promesas del presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, de acabar con el problema y del despliegue de más fuerzas de seguridad en la zona.
A esta inseguridad en el noroeste de Nigeria se suma la registrada desde 2009 en el noreste por el grupo yihadista Boko Haram y, desde 2015, por su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, por sus siglas inglés).
Ambos grupos han matado a más de 35.000 personas y han causado unos 2,7 millones de desplazados internos, sobre todo en Nigeria, pero también en países vecinos como Camerún, Chad y Níger, según datos gubernamentales y de la ONU.
Recientemente también el sureste del país ha sido escenario de graves secuestros y asesinatos que las autoridades atribuyen a los separatistas del Pueblo Indígena de Biafra (IPOB, por sus siglas en inglés), un grupo de aboga por la secesión de ese territorio.
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