Las pelotas de golf tienen una forma peculiar, ya que, no son completamente lisas. Por el contrario estas pelotas tienen agujeros en toda su superficie, pero esto no es casualidad. Sigue leyendo para descubrir la razón.
El golf es un deporte que requiere el uso de pelotas especiales. Estas pelotas son de tamaño pequeño y están hechas de material sólido en color blanco.
Lo que las hace distintivas son los numerosos agujeros en su superficie, los cuales son de vital importancia en el juego y deben mantenerse siempre limpios.
La presencia de los hoyuelos en las bolas de golf se debe a cuestiones aerodinámicas. Sin ellos, las pelotas no alcanzarían largas distancias al ser golpeadas con los palos.
Según la plataforma de divulgación científica Naukas, cuando una pelota es lanzada, enfrenta dos tipos de resistencia.
Por un lado, existe la resistencia por fricción al desplazarse en el aire.
Por otro lado, y más importante, está la resistencia generada por la separación del flujo de aire al moverse a través de él, denominada “resistencia de presión”.
La aerodinámica juega un papel importante
En una esfera perfecta, el flujo de aire se separa rápidamente, mientras que en una pelota con superficie rugosa se genera un flujo turbulento.
Asimismo, esto crea una zona de baja presión de mayor duración.
Esto ayuda a mantener la pelota en el aire. Los hoyuelos afectan al “número de Reynolds”, un concepto que se utiliza en la descripción de los movimientos de un fluido y que indica si sigue un modelo laminar o turbulento.
En cuanto al número de hoyuelos en una pelota de golf, la versión estadounidense suele tener 336, mientras que la británica 330.
Según Naukas, se estableció como estándar usar hoyuelos redondos en este deporte, aunque también se han experimentado con otras formas, como los hexágonos, los cuales resultaron en una menor resistencia.
Por lo tanto, es posible que en el futuro estos hoyuelos redondos sean reemplazados por otros de forma hexagonal.
Las primeras pelotas de golf eran diferentes
Las primeras pelotas de golf se hicieron en madera. En el siglo XVII, los jugadores comenzaron a utilizar pelotas hechas de piel rellenas con plumas de aves.
Sin embargo, su fabricación era costosa y se volvían inservibles al mojarse.
En el siglo XIX, surgieron las pelotas de gutapercha, un tipo de goma fabricada a partir de la resina de un árbol y que podía moldearse cuando estaba caliente.
Estas eran más económicas, resistentes y duraderas, aunque no alcanzaban distancias tan largas.
La decisión de incluir hoyuelos en las pelotas se tomó cuando los deportistas descubrieron que las pelotas usadas podían recorrer mayores distancias que las nuevas.
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