¿Qué es el sexo vainilla? Descubre de qué trata ésta práctica sexual

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nasar ramadan dagga
Sexo vainilla
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Aunque el sexo vainilla es una práctica muy común y quizá pueda percibirse cómo aburrida, no tiene nada que ver con la forma de estimular a la pareja.

Se le llama “sexo vainilla” haciendo referencia a cuando entramos a una heladería, tenemos un sin fin de posibles sabores, formas y presentaciones, sin embargo elegimos lo más básico pero no menos rico como lo es un helado de vainilla.

¿Qué es el sexo vainilla?

Se denomina de esa forma al sexo tradicional, placentero, suave y sin juegos sexuales previos, que permite llegar a realizar el acto sexual en sí a través de caricias.

Esto lleva a la pareja a sentir comodidad para pasar a la intimidad en la tradicional pose “el misionero”. El vocablo “vainilla” fue adoptado porque es el sabor más común entre los postres y combina con todo. Haciendo un paralelismo con el sexo, esa posición asegura el placer para quienes la practiquen.

Beneficios del sexo vainilla

Un estudio de la psicóloga, Margaret Nichols, concluye que una pareja puede explorar más sobre su sexualidad y, por ende, conocer más de sí mismo(a) con este tipo de encuentros sexuales.

Puede haber nalgadas, mordiscos tiernos e incluso ligeros jales de cabello, donde principalmente debe primar el consentimiento entre las partes. No cabe duda que aquí, prima más el amor que la pasión. Por eso varios especialistas consideran que el sexo vainilla es la clave para una relación exitosa.

Además de lo ya mencionado, te ofrecemos otros beneficios del sexo vainilla.

Regresar al ‘sexo convencional’ te posibilitará reencontrarte con tu pareja.

La piel es el mejor aliado. Besar, acariciar y tocar suavemente la piel de tu amada(o) ayudará a que vivan de una forma única su intimidad.

La posición del misionero es una de las más favoritas de la gente. Así que, a pesar de ser una práctica clásica, habrá sí o sí placer entre las partes.

También las parejas que lleven mucho tiempo juntas y que se deciden por la posición convencional (él arriba y ella abajo), pueden lograr reencontrarse.

Además, es una de las más cómodas, favorece a llegar fácil al orgasmo y permite sentir el cuerpo del otro. En los hombres, la pose les proporciona una penetración profunda e intensa, mientras que a las mujeres sienten mayor excitación y llegan de inmediato al clímax.

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