Las semillas del melón, al igual que las de muchas frutas, suelen ser desechadas, sin embargo, no siempre es la mejor opción. Conoce los beneficios de las semillas de melón para cuidar tu corazón y más.
El melón es una de las frutas que no pueden faltar en el desayuno, además de un excelente acompañante de los días de primavera y verano, gracias a su gran contenido de agua que, de paso, lo hace una buena opción cuando deseas bajar de peso.
Sin embargo, las propiedades del melón no se reducen a su pulpa, las semillas también se han asociado a beneficios para nuestra salud, siendo inocuas, es decir, sin presentar un riesgo.
¿Las semillas de melón se pueden comer?
Las semillas de melón son más relacionadas con efectos positivos y pueden comerse, incluso en diferentes preparaciones.
Así lo confirma un artículo publicado en el sitio de divulgación científica del Tecnológico de Monterrey, Transferencia TEC, donde afirman que su consumo no es dañino para la salud humana, al contrario, aporta importantes beneficios.
Una de las principales características de las semillas del melón, es su contenido de ácido linoleico, un ácido graso esencial poliinsaturado que se encuentra en los aceites vegetales, el cual se asocia con diferentes beneficios en el cuerpo, pero no es la única.
También se considera fuente de vitamina A, B6, B12, D y E, además de tiamina, niacina, riboflavina, calcio, potasio, hierro, magnesio, sodio, fósforo entre otros minerales.
Y, cuando se consumen enteras, pueden aportar fibra a nuestra dieta, previniendo el estreñimiento.
Beneficios de las semillas de melón para tu salud
Incluir las semillas de melón cuando preparamos agua, batidos o incluso como un snack, puede traer diferentes beneficios para nuestra salud.
Sin embargo, la primera recomendación es consultar a tu médico si tienes alguna duda y no excederte.
Ayuda a prevenir enfermedades cardíacas
De acuerdo al artículo del Tecnológico de Monterrey, su contenido de ácido linoleico, ayuda a reducir el colesterol y triglicéridos, grasas perjudiciales para el organismo, lo cual contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Esto porque la Fundación Española del Corazón, las personas con niveles altos de colesterol en sangre, tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto al miocardio, además de que contribuye al estrechamiento de las arterias, provocando aterosclerosis.
Pero no es el único efecto positivo del ácido linoleico, pues también regula la producción de hormonas, mejora el funcionamiento neuronal y fortalece el sistema inmunológico.
Antioxidantes para proteger tu cuerpo
Al ser ricas en vitamina A y E, son una buena fuente de antioxidantes, que no sólo benefician la apariencia de tu piel, sino el envejecimiento celular de tu cuerpo, al protegerlo de los daños de los radicales libres.
Buena fuente de proteína
Al ser rica en proteína vegetal, es una forma de obtener este nutriente en dietas veganas o vegetarianas que optan por no consumir proteínas de tipo animal. Ya sea a través de leche de semillas de melón, combinada con otras semillas o frutos secos, o en otras recetas, incorporarla es una excelente opción.
Contribuyen a una mejor digestión
Al ser ricas en fibra, ayudan a mejorar el funcionamiento del aparato digestivo, reduciendo el riesgo de estreñimiento y problemas similares. También se ha asociado con una capacidad para eliminar las lombrices intestinales, pero no hay suficiente evidencia científica y nunca sustituirán al tratamiento médico.
¿Cómo comer las semillas del melón?
Existen diferentes formas de incluir las semillas de melón en tu alimentación, sin embargo, si bien pueden aportarte nutrientes, no son un alimento como tal y antes de incorporarlo, es mejor consultar a tu médico, en especial si tienes alguna condición o llevas un plan específico de alimentación. Estas son algunas opciones:
Agrégalas a tu agua, smoothie o licuado de melón.
Prueba la “leche” de melón, una bebida vegetal deliciosa y rica en proteína y otros nutrientes. Sólo necesitas lavar y remojar las semillas de un melón por 8 horas, colar y licuar con 1 litro de agua y tu endulzante favorito. Cuela y disfruta.
Saltéalas con tus condimentos favoritos. Lava y seca las semillas, posteriormente mézclalas con curri, pimienta, pimentón, o tu especia favorita y una pizca de sal; calienta un sartén con un chorrito de aceite de oliva y saltea las semillas. Puedes comerlas como snack o en ensaladas.
Úsala en tus panes con otras semillas como las de girasol o calabaza, para la decoración.
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