Los militares brasileños llevaron personal médico y 1.000 dosis de una vacuna china a las profundidades de la selva amazónica el martes para empezar a inocular a los indígenas contra el coronavirus.
Isabel Ticuna, de 68 años, fue la primera en recibir la vacuna en Umariaçu, un pueblo de casas de madera a orillas del río Amazonas. El pueblo es una comunidad remota cerca de la frontera entre Perú y Colombia.
“La vacunación es tan importante para toda nuestra comunidad indígena. Era esto lo que estábamos esperando”, dijo a Reuters después de recibir una inyección de la vacuna CoronaVac, desarrollada por la empresa china Sinovac Biotech.
Los aldeanos aplaudieron cuando recibió su inyección, una muestra colectiva de alivio para una comunidad que ha visto morir a 37 residentes a causa del COVID-19 y a unos 2.000 más infectados.
“Estaba muy preocupada, pero este Día D ha llegado finalmente después de tantas muertes aquí y en el mundo”, dijo Tarcis Marques Ticuna, el médico de la aldea. “Esto es una esperanza para nosotros”.
Los más de 800.000 indígenas de Brasil se han visto muy afectados por la pandemia que se extiende por sus aldeas, muchas de ellas situadas a días de distancia del puesto médico más cercano en barco fluvial. Indígenas amazónicos
El coronavirus ha matado a 926 indígenas en Brasil e infectado a más de 46.000, según la organización paraguas tribal APIB.
Los antropólogos han advertido que el modo de vida comunitario, con familias que comparten viviendas,;descartaba el distanciamiento social y las hacía especialmente vulnerables al contagio.
El gobierno de derecha de Brasil está siendo criticado por su lenta respuesta a la pandemia que hasta;ahora ha matado a más de 210.000 brasileños. Indígenas amazónicos
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